Los cambios de la realidad de la humanidad han suscitado modificaciones en los paradigmas que atraviesan el concepto de SALUD. Sustentado en un acercamiento dinámico e integral del individuo la SALUD estaría vinculada, no exclusivamente con la prevención y el tratamiento o rehabilitación, sino también con la promoción del bienestar. La Salud es un PROCESO, una relación siempre en construcción en la permanente dialéctica de la cultura y de la vida, con la impronta del medio social en que se le concibe y la singularidad que cada individuo le otorgue.
MIRAR PARA ADENTRO
Es nuestro deber como profesionales de la salud preguntarnos cuál es nuestro posicionamiento respecto del trabajo interdisciplinario y del modo como concebimos al sujeto de nuestras prácticas; cómo miramos y desde dónde nos posicionamos para intervenir. Las respuestas que tengamos al respecto (aunque las preguntas nunca hayan sido reflexionadas de forma explícita o consciente) influirán en nuestro desempeño, en la interacción con el resto de los profesionales, con los consultantes y en la representación social que la comunidad se forme sobre nuestro quehacer profesional y el sentido de nuestro rol en la sociedad.